Las intolerancias alimentarias son muy frecuentes en nuestra sociedad, en la que muchos de los productos que consumimos son elaborados. Los síntomas son inespecíficos en muchos casos, pudiendo producir digestiones lentas y pesadas, molestias abdominales, dolor abdominal, náuseas, dispepsia, diarrea… Es importante la evaluación de estos síntomas por un médico con experiencia en estos trastornos, en primer lugar para descartar enfermedades importantes y en segundo lugar para realizar las pruebas específicas para llegar al diagnóstico de estos trastornos.
Desde el punto de vista científico, las intolerancias alimentarias que podemos diagnosticar de forma inequívoca son: el gluten, la lactosa y la fructosa y sorbitol. Los tests de intolerancia a múltiples alimentos que se hacen en una muestra de sangre (en lo que se estudian mas de 200 alimentos) NO son hoy en día fiables y no son recomendados por los médicos especialistas ni por las sociedades científicas.